Martina con vistas al mar, Elisabet Benavent



Sinopsis

Martina trabaja en la cocina de un hotel y sueña con ser chef. 
Martina ama a Fer, su antiguo profesor de cocina, desde hace ya diez años, o eso cree.
Martina recibe una sorpresa el día de su aniversario: Fer la invita a cenar a El Mar.
Martina tiembla cuando Pablo Ruiz, excéntrico chef del restaurante, se acerca a saludar.
Martina fantasea, teme, camina... Sabe que nada será igual a partir de ese encuentro.





Autora: Elisabet Benavent
Nº de páginas: 672
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: SUMA
Género: Romántica erótica.


Metámonos de lleno en el asunto...

... y ¡ojito con los spoilers!


Cuarenta y ocho horas. Cuarenta y nueve quizás por la hora que estuvieron los sanitarios intentando hacer algo con esta ruin vida después de finalizar el tremendo (inserte gritos de neurótica) y nada esperado final. Porque ya lo decía Amaia, toma precauciones Martina que luego pasa lo que pasa. Pero volvamos al principio, la historia trascurre en la capital de España, en pleno apogeo madrileño con una protagonista cuadriculada a más no poder pero con las ideas bien claras: llegar a formar parte algún día de El Mar. El restaurante más chic de la meseta central española y que alberga en su interior al chef más joven, y estrellizado michelin de los últimos años, el extravagante Pablo Ruiz. Al que Martina, nuestra Martina, conoce la misma noche de su aniversario cuando su novio/profesor/maduritoentradoenaños Fer la lleva a cenar al lugar. 

Y como no podía ser de otra forma, Martina se queda pasmada en el sitio cuando lo ve.
"... tenía las piernas muy largas,
no podía ser de otra manera. Lo primero que me llamó su atención fue su pelo, rebelde, ondulado y desordenado, 
más largo de lo que yo imaginaba, que se movía con libertad entre sus dedos cuando lo apartaba de su cara, como si fuese un jovencito grunge. Lo segundo, la manera en la que la chaquetilla de chef se ajustaba a su cuerpo, combinada con unos vaqueros estrechos y rotos en una rodilla. Joder. Pablo Ruiz no solo era un genio: ¡estaba bueno!"
Y nosotras con ella. Porque claro, semejante espécimen humano no podía pasar desapercibido para nadie. Esos ojos más verdes que el mar en pleno verano. Esas camisas, esa excentricidad, ese todo. Esa octava maravilla mundial declarada patrimonio español por la UNESCO. Pues sí, ese era Pablo Ruiz para Martina. (Aunque se sabe, se siente, que Harry Styles está presente). Y no lo digo yo, ya lo dejó caer Beta Coqueta antes de que publicara el libro; Pablo Ruiz es una mezcla genuina y serrana del cantante, por el que siente fascinación absoluta. (Te entendemos desde aquí, Elisabet). 
(Martina y Pablo Styles por @betacoqueta)

aquí comienza todo.

Una historia fresca, erótica, divertida y pasional. 

Porque te encontrarás reinventando el plato de tortilla sólo para que Pablo Ruiz te acepte en su restaurante. Y suspirarás por las esquinas quejándote de por qué el arte culinario en la vida real no viene dado por semejante exquisitez masculina. 

Y cuando creas que estás igual de no-enamorada de Pablo... y como diría Prince Harry, Jenriq para los amigos... ¡BOOM! El secretito del famoso chef aletea entre tu cabeza como una mosca cojonera...

... Y aparece Malena, y nunca piensas que puedes tirarle esa tortilla decente de patatas a alguien en la cara hasta que ella hace su entrada. 
Y te quejas, y maldices al mundo, aunque ya sabes que nada será lo mismo. Porque eso es Martina con vistas al mar, con vistas a los ojos de Pablo Ruiz. 


"Una voz áspera, algo rota y masculina, que sonaba sensual y a la vez dulce le acompañaba. Narcótica, Genial. Una jodida fuerza de la naturaleza..., eso me pareció Pablo Ruiz. Fue como conocer la pasión por la cocina en sí misma, hecha carne."

no sé por qué mi mente leyó esto y de repente Jordi Cruz, el chef de la voz más sexy del planeta vino a perturbarme. Luego, ya comprendí que el hombre tenía material (y no estoy hablando del cuchillo).

Pero volvamos a tierra firme, ¿por qué leer Martina con vistas al mar?

Porque esta historia no es solo refrescante, es actual, porque muestra cómo dos personas con beneficios pueden llegar a enamorarse. En el siglo de los no- compromisos y el libertinaje sexual por doquier, sin duda Elisabet Benavent ha encontrado una forma original de contarnos la historia de Martina y Pablo. Y eso es maravillosamente maravilloso. 
Y... os reiréis. 
Mucho. 
Hasta que os duela. 
Sentados o tumbados.

Tendréis multitud de diálogos electrizantes y cercanos,
con personajes carismáticos y a los que pronto querréis como a la propia protagonista (independiente, decidida y con un par bien puestos.) 
¡Gracias Elisabet por crear mujeres reales y no princesitas de cuento!

Además de que...

 La autora no sólo se centra en la historia de Martina y Pablo, sino que explora muchas otras. Los personajes secundarios cobran importancia y eso es algo que, particularmente, agradezco. Porque y repito a expensas de ser pesada, reiréis hasta que vuestra barriga diga <enough>.  Y por encima de todo, amaréis a Amaia con la misma rapidez con la que odiaréis a Sandra, Sandrita la quejica. Las dos mejores amigas de Martina. 

                            "- ¿Hoy no sales con Javi?- preguntó Sandra.                          
- Noooo, pesada. Que eres muy pesada.
- Si va a venir me avisas, ¿eh?
- Sí, para que te pintes como el Ecce Homo.
- ¿Cómo es que nunca te ha gustado Javi?
- Es gay. Es mi amienemigo gay. 
¿Qué no entiendes en esa frase? 
             Para llevar siete años estudiando eres bastante escueta." 

Por eso y más, os recomiendo a Martina.

A Pablo Ruiz Cruz Styles.

Y por encima de todas las cosas, a Amaia. 

Convertida por la UNESCO (UNión de EScritores COol) en nueva maravilla patrimonial.




¡Nos leemos maravillosos!



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